sábado, 24 de agosto de 2013

TRAMO XXVIII

Sus ojos serpenteaban hacia la niebla cálida.
La soledad; inmóvil, lejana,
vestida de blanco
destemplaba mórbida sus senderos;
orillas crueles y anónimas
fermentadas por el fango,
el olvido y el dolor.

Su texturada piel
de pájaro inviolable y temeroso
me dolía en la carne,
se agolpaba misteriosa
por mi muralla,
frágilmente enclavada
en un extremo del vacío.

Hoy es la distancia, la indiferencia
y el impotente deseo loco
de volar hacia el infinito,
hacia excitantes galaxias de sueño;
de cotidianas guerras,
indolentes, fugaces.

Tal vez un horizonte de ausencias,
dibuje en sus paredes ensangrentadas,
la máscara horrenda de los hombres.





Pintura: "Expansión"

4 comentarios:

  1. Muy bueno..!!! "su texturada piel de pájaro inviolable y temeroso me dolía en la carne..." )))

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  2. Muchas gracias por comentar y remarcar la frase de simbólico contenido expresionista en mi poema...

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  3. Hermoso, frágil, una belleza de poesía por sus ritma y sus imágenes. Siempre es agradable pasarse por acá y disfrutar de tus obras. Saludos

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  4. Muchas gracias María Eugenia por tus hermosos comentarios de mi obra, un gran saludo.

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